Prólogo:
Tengo Un Mal Presentimiento Acerca De Esto...
“No hay
civilización, sólo política.
— Senador Palpatine, La Amenaza Fantasma |
En
Mayo de 1999, viví una de las experiencias más increíbles y emocionantes de mi
vida: la primera vez que vi La Amenaza Fantasma , el muy esperado Episodio I de la saga de
Star Wars. Si, lo admito; soy un fan
acérrimo de George Lucas y su Opera Espacial. Llámenme geek, o patético y aconséjenme
que me busque una vida… la verdad es que no me avergüenza decir que, para mí,
estas son mucho más que películas y que el estreno de éste episodio,
significaba regresar a una época que pensé había perdido para siempre y la
culminación de 14 años de anticipación.
Tristemente,
tengo la “ligera” impresión que me encuentro dentro de una minoría en cuanto a
éste punto. Según parece, el consenso
general de los “expertos” es que, sin lugar a dudas, La Amenaza Fantasma
es una porquería, que George
Lucas ha perdido el toque completamente y que ésta erróneamente concebida
precuela ha manchado para siempre la trilogía original. Todos tienen derecho a expresar su opinión,
pero tanta hostilidad se ha esparcido entre el público que, aparentemente,
ningún fanático de Star Wars que se precie y se haga llamar inteligente, tiene
permitido decir que le gustó ésta película.
Pues permítanme replicar.
Yo creo que la fanaticada de Star Wars no es lo que antes fue. No hay civilización, sólo una obstinada impaciencia. Por ejemplo, si vas a algún foro de Internet, te encontraras con reaccionarios llorones y quejicas. Ya no hay interés por las bondades fundamentales de la saga de Star Wars... Si me permiten decirlo, los “expertos” han concluido que Lucas tiene poco talento real. Está siendo agobiado por falsas acusaciones de corrupción. Los críticos están a cargo de la opinión popular ahora.
Pues
es hora de un poco de rebelión. Durante
el siguiente ensayo, voy a ahondar con detenimiento en las razones por las que
creo que La
Amenaza Fantasma es un magnífico primer capítulo para la Saga y ofreceré mis réplicas a algunos de los
puntos sobre los cuales ha habido más críticas y quejas en su contra. No pienso hacer ningún truco mental Jedi en
aras de cambiar la opinión de sus más acérrimos detractores, para la mayoría de
ellos ya no hay esperanza. Pero lo que
si pienso hacer, es defender el “honor” de ésta magnífica y muy incomprendida
película para traer algo de balance a las malas críticas.
"Por
Qué Me Gusta La Amenaza Fantasma " está dividido en dos
trilogías: Las Partes del I al III detallan las cosas que me gustan de la
película y las Partes del IV al VI lidian con las razones por las cuales la gente la odia. Espero lo disfruten.
I. Tu Primer Paso En Un
Mundo Más Amplio
“Nadie puede matar a un Jedi.”
— Anakin Skywalker, |
Soy un fan de Star Wars desde mi infancia. La primera de las películas se estrenó en
1977, dos años antes que yo naciera. Fue
a los 5 años, que experimenté por primera vez la magia de esa galaxia muy, muy
lejana. Star Wars se apoderó de
mi imaginación y Luke, Obi-Wan Kenobi, Leia, Han Solo, Darth Vader, Chewie y
R2-D2 rápidamente desplazaron a Mazinger
Z y a He-Man de su lugar de honor como los personajes mas queridos de mi
infancia. Había algo simplemente tan acertado, tan infinitamente fascinante
acerca de ésa sencilla historia acerca de un simple granjero, un mago, una
princesa, un pirata, un villano vestido de negro, naves espaciales,
extraterrestres, robots y un poder místico que podía usarse tanto para el bien
como para el mal, que mi mente no dejaba de volar. Era cursi, era básica, a veces mal actuada y
con diálogos cuestionables... y era perfecta.
Por supuesto, luego del éxito mundial de la
primera, la gente quería más y yo también.
Para los que vivieron la experiencia de verla en el cine, sólo tenían
los comentarios de Lucas diciendo que definitivamente habría una Star Wars II, pero eso no sería
todo. Su plan inicial era ¡hacer una
saga de nueve películas! Y lo que era
aún más increíble, Star Wars representaba, de hecho, la cuarta parte de
la historia. Eso era más de lo que podían
procesar los jóvenes cerebros de los niños de la época. Yo no viví nada de eso, por desgracia, por lo
menos no de la misma manera. Cuando vi
el Episodio IV por primera vez, ya el V y el VI existían en video, por lo que
no me tocó esperar tres años para ver la siguiente parte de la historia. Además, no estaba muy al día que digamos con
las últimas noticias de Hollywood.
Aún así, es importante resaltar que conforme fui
creciendo, mi amor por las películas y mi entendimiento de su historia y sus temas
también lo hizo. Ahí si empecé a leer
cuanta revista o artículo de periódico sobre la Trilogía se me atravesaba
y a ver cuanta entrevista y especial de TV encontraba. Entonces me enteré del plan maestro de Lucas
para su Saga Galáctica. La idea de las
precuelas, para mí, era algo más misterioso e interesante que incluso las
supuestas “secuelas” que iban a hacerse sobre Luke, Han, Leia y los demás
después de vencer al Imperio. Pero no
tenía la más minima idea de que clase de historia iba a ocupar la duración de
tres películas ambientadas años antes de que incluso Luke naciera. Todo lo que Lucas decía al respecto era que
R2-D2 y C-3PO serían los únicos personajes en aparecer en las nueve pelis. Aparte de eso, me imaginaba que esas
películas lidiarían con las Guerras Clónicas en las que Obi-Wan luchó y que nos
dirían cómo su pupilo, Darth Vader, se pasó al Lado Oscuro de La Fuerza , cazó a los
Caballeros Jedi y asesinó al padre de Luke. No parecía material suficiente para llenar
tres películas enteras, pero claro, no fue sino después, siendo más adulto y
con un nivel de comprensión mayor, que entendí que la historia de estos
personajes era un poquito más
complicada.
El Imperio Contraataca se estrenó en 1980 y lo que las audiencias
vieron en esa oscura sala de cine (a diferencia de mí, que la vi en la
iluminada sala de mi casa y en TV) fue
una perfecta continuación de la historia que empezó con la película anterior,
ahora llamada Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza. De
hecho, es mi humilde opinión que ésta, tiene una trama más interesante y
profunda que la primera, aunque las considero a ambas igualmente buenas. El episodio concluyó con una revelación
increíble y la promesa de una poderosa resolución en la próxima parte.
Y entonces George Lucas dio un tropezón. El Retorno del Jedi es una buena y
divertida película de fantasía y aventura, si se la juzga individualmente de
las otras dos, pero comparada con ellas, digamos que es la más floja de la Trilogía Original.
No voy a hablar de las varias
debilidades y fallas del Episodio VI aquí, excepto para decir que, al contrario
de la opinión popular, los Ewoks son el menor de sus problemas. Al final de éste ensayo, prometo escribir un
epílogo comentando mis opiniones acerca de éste episodio.
Luego de
El Retorno del Jedi, Lucas comenzó a decir que sus planes de
completar la saga con la
Trilogía de precuelas y la Trilogía de secuelas
estaban parados indefinidamente. El
hombre detrás de la historia explicó que estaba abrumado de Star Wars y que
quería concentrarse en otras cosas por un tiempo.
Eventualmente, yo me sentí igual. El Retorno
del Jedi se estrenó en 1983, yo tenía 3 años… a partir de los 5 hasta más o
menos los 13 o 14 años volé con la pandilla en el Halcón Milenario y soñé con
ser un Jedi. Pero luego llegué a esa
etapa en la que empiezas a sentir que ya no eres un niño… y otras cosas de la
vida despiertan tu interés. Para
entonces Star Wars se veía más como una parte de mi niñez que era hora de dejar
atrás. Durante mi adolescencia, la Trilogía empezó a
desaparecer entre cosas como los videojuegos, la música y los libros… era
divertido citar frases de la película y verlas en VHS de vez en cuando, pero La Saga ya no era algo por lo
que emocionarse… yo era un adulto ahora y la magia de Star Wars se había ido…
¿O no?
En algún momento a mediados de los años ’90, las
cosas comenzaron a cambiar. Poco a poco
Lucas empezó a soltar bocados de información y a hacer ruido respecto a su
regreso a Star Wars. Así fue como, de
pronto, empezaron las entrevistas en las que empezó a decir que pretendía
regresar a la historia y hacer la trilogía de episodios I, II y III, que, según
sus palabras, trataría acerca de los años mozos de Anakin Skywalker y Obi-Wan
Kenobi.
¡Pero aún no! Lucas insistía que la tecnología de
efectos especiales no era aún lo suficientemente sofisticada para producirlas
de la manera en que las había concebido y que prefería esperar unos años para
darle chance de que mejorara. Su
predicción era que la primera de ellas saldría cerca del final del siglo.
¡Pues vaya manera de emocionarnos! Pero unos
cuantos años más pasaron y sucedió, tal como Lucas lo había predicho, que la
tecnología de imágenes generadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés)
dio un salto extraordinario. En 1993,
luego de ver los realistas dinosaurios que su amigo Steven Spielberg había
creado en Jurassic Park, George emitió una declaración que sacudió la tierra:
Era el momento. La tecnología ya había alcanzado a la magnitud de su visión
para las nuevas películas de Star Wars y ya podría volver a trabajar.
Lo admito, me emocionó muchísimo la idea de
finalmente poder ver las precuelas.
Incluso me permití ser optimista y pensar que, a pesar de las fallas del
Episodio VI, la falta de trabajo de Lucas como director y además, el ser ahora
un adulto con gustos discriminatorios, el resultado final sería fantástico.
Mientras se aproximaba la fecha de estreno de La
Amenaza Fantasma , los
primeros temblores ominosos de descontento comenzaron a sentirse. Espías de Internet y “gente de la industria”
alegaban haber visto cortes preliminares de la cinta y comenzaron a correr el
rumor de que la nueva película de Star Wars no era muy buena. Las primeras reseñas y críticas utilizaban los
mismos adjetivos una y otra vez: “Decepcionarte”, “banal”, “infantil”, “aburrida”,
“sin alma…” Y entonces, una pequeña ola de preocupación me golpeó, al pensar
que podrían tener razón. Pero yo estaba
determinado a formarme mi propia opinión. Los críticos y los “expertos” nunca han podido
entender éstas películas de todas formas.
En mi opinión, si tienes que preguntar por qué a la gente le gusta Star
Wars, nunca lo sabrás.
Permítanme reiterar una simple verdad que servirá
como pilar central de todo el argumento que estoy a punto de construir: Todas
las películas de Star Wars son algo tontas.
Son cursis, tienen malas actuaciones y muchas veces, diálogos
cuestionables. Y, sin embargo, con la posible excepción del Episodio VI, son
perfectas. Esa cualidad mágica que hace
a la Saga de
Star Wars tan buena y memorable está escondida bajo la superficie, señalando un
melodrama intergaláctico bajo los bonitos efectos especiales. Son sus
influencias mitológicas, la celebración de la amistad y el honor y su
descripción del bien y el mal tanto en la guerra civil intergaláctica que viven
sus personajes, como en la dualidad interna que todos tenemos lo que le da a
las películas su alma y corazón. Son
esos temas los que hacen que la audiencia respondiera como lo hizo y lo ha
hecho. Esas capas de significado, no las
naves y las explosiones, son la razón real por las cuales estas películas
tontas y cursis conforman la saga más exitosa de la historia del cine.
El público promedio que va al cine nunca ha
estado consciente de nada de eso, o no les ha importado… todo lo que saben es
que o les gustaron o no les gustaron las películas de Star Wars. Y no hay nada de malo en ello. Son los acérrimos fans los que logramos
apreciar completamente la profundidad y significado que la Saga ofrece. A pesar de lo que digan los no-fanáticos,
siempre lo hemos entendido.
O al menos lo hicimos hasta que llegó La
Amenaza Fantasma.
Cuando los no-fanáticos odian la película, no tengo nada que decirles, está bien. De hecho, diría que era de esperarse que la odiaran. Pero lo que no puedo entender es como es posible que un fanático de Star Wars pueda odiarLa
Amenaza Fantasma.
Cuando los no-fanáticos odian la película, no tengo nada que decirles, está bien. De hecho, diría que era de esperarse que la odiaran. Pero lo que no puedo entender es como es posible que un fanático de Star Wars pueda odiar
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