lunes, 9 de agosto de 2010

¿Por Qué Me Gusta La Amenaza Fantasma?

Prólogo:









Tengo Un Mal Presentimiento Acerca De Esto...
“No hay civilización, sólo política.  La República ya no es lo que era.  El Senado está lleno de delegados rastreros y avariciosos.  Ya no hay interés en el bien común... Si me permite decirlo, Su Alteza, el Canciller tiene  poco poder real. Está siendo agobiado por falsas acusaciones de corrupción.  Los burócratas tienen el poder ahora

— Senador Palpatine,
La Amenaza Fantasma

En Mayo de 1999, viví una de las experiencias más increíbles y emocionantes de mi vida: la primera vez que vi La Amenaza Fantasma, el muy esperado Episodio I de la saga de Star Wars.  Si, lo admito; soy un fan acérrimo de George Lucas y su Opera Espacial. Llámenme geek, o patético y aconséjenme que me busque una vida… la verdad es que no me avergüenza decir que, para mí, estas son mucho más que películas y que el estreno de éste episodio, significaba regresar a una época que pensé había perdido para siempre y la culminación de 14 años de anticipación.

Tristemente, tengo la “ligera” impresión que me encuentro dentro de una minoría en cuanto a éste punto.  Según parece, el consenso general de los “expertos” es que, sin lugar a dudas, La Amenaza Fantasma es una porquería, que George Lucas ha perdido el toque completamente y que ésta erróneamente concebida precuela ha manchado para siempre la trilogía original.  Todos tienen derecho a expresar su opinión, pero tanta hostilidad se ha esparcido entre el público que, aparentemente, ningún fanático de Star Wars que se precie y se haga llamar inteligente, tiene permitido decir que le gustó ésta película.  Pues permítanme replicar.

Yo creo que la fanaticada de Star Wars no es lo que antes fue.  No hay civilización, sólo una obstinada impaciencia.  Por ejemplo, si vas a algún foro de Internet, te encontraras con reaccionarios llorones y quejicas.  Ya no hay interés por las bondades fundamentales de la saga de Star Wars...  Si me permiten decirlo, los “expertos” han concluido que Lucas tiene poco talento real.  Está siendo agobiado por falsas acusaciones de corrupción.  Los críticos están a cargo de la opinión popular ahora.

Pues es hora de un poco de rebelión.  Durante el siguiente ensayo, voy a ahondar con detenimiento en las razones por las que creo que La Amenaza Fantasma es un magnífico primer capítulo para la Saga y ofreceré mis réplicas a algunos de los puntos sobre los cuales ha habido más críticas y quejas en su contra.  No pienso hacer ningún truco mental Jedi en aras de cambiar la opinión de sus más acérrimos detractores, para la mayoría de ellos ya no hay esperanza.  Pero lo que si pienso hacer, es defender el “honor” de ésta magnífica y muy incomprendida película para traer algo de balance a las malas críticas.

"Por Qué Me Gusta La Amenaza Fantasma" está dividido en dos trilogías: Las Partes del I al III detallan las cosas que me gustan de la película y las Partes del IV al VI lidian con las razones por las cuales  la gente la odia.  Espero lo disfruten.

I. Tu Primer Paso En Un Mundo Más Amplio
“Nadie puede matar a un Jedi.”

— Anakin Skywalker,
La Amenaza Fantasma.
 
Soy un fan de Star Wars desde mi infancia.  La primera de las películas se estrenó en 1977, dos años antes que yo naciera.  Fue a los 5 años, que experimenté por primera vez la magia de esa galaxia muy, muy lejana.  Star Wars se apoderó de mi imaginación y Luke, Obi-Wan Kenobi, Leia, Han Solo, Darth Vader, Chewie y R2-D2  rápidamente desplazaron a Mazinger Z y a He-Man de su lugar de honor como los personajes mas queridos de mi infancia.  Había algo simplemente tan acertado, tan infinitamente fascinante acerca de ésa sencilla historia acerca de un simple granjero, un mago, una princesa, un pirata, un villano vestido de negro, naves espaciales, extraterrestres, robots y un poder místico que podía usarse tanto para el bien como para el mal, que mi mente no dejaba de volar.  Era cursi, era básica, a veces mal actuada y con diálogos cuestionables... y era perfecta.

Por supuesto, luego del éxito mundial de la primera, la gente quería más y yo también.  Para los que vivieron la experiencia de verla en el cine, sólo tenían los comentarios de Lucas diciendo que definitivamente habría una Star Wars II, pero eso no sería todo.  Su plan inicial era ¡hacer una saga de nueve películas!  Y lo que era aún más increíble, Star Wars representaba, de hecho, la cuarta parte de la historia.  Eso era más de lo que podían procesar los jóvenes cerebros de los niños de la época.  Yo no viví nada de eso, por desgracia, por lo menos no de la misma manera.   Cuando vi el Episodio IV por primera vez, ya el V y el VI existían en video, por lo que no me tocó esperar tres años para ver la siguiente parte de la historia.  Además, no estaba muy al día que digamos con las últimas noticias de Hollywood.

Aún así, es importante resaltar que conforme fui creciendo, mi amor por las películas y mi entendimiento de su historia y sus temas también lo hizo.  Ahí si empecé a leer cuanta revista o artículo de periódico sobre la Trilogía se me atravesaba y a ver cuanta entrevista y especial de TV encontraba.  Entonces me enteré del plan maestro de Lucas para su Saga Galáctica.  La idea de las precuelas, para mí, era algo más misterioso e interesante que incluso las supuestas “secuelas” que iban a hacerse sobre Luke, Han, Leia y los demás después de vencer al Imperio.  Pero no tenía la más minima idea de que clase de historia iba a ocupar la duración de tres películas ambientadas años antes de que incluso Luke naciera.  Todo lo que Lucas decía al respecto era que R2-D2 y C-3PO serían los únicos personajes en aparecer en las nueve pelis.  Aparte de eso, me imaginaba que esas películas lidiarían con las Guerras Clónicas en las que Obi-Wan luchó y que nos dirían cómo su pupilo, Darth Vader, se pasó al Lado Oscuro de La Fuerza, cazó a los Caballeros Jedi y asesinó al padre de Luke.  No parecía material suficiente para llenar tres películas enteras, pero claro, no fue sino después, siendo más adulto y con un nivel de comprensión mayor, que entendí que la historia de estos personajes era un poquito más complicada.

El Imperio Contraataca  se estrenó en 1980 y lo que las audiencias vieron en esa oscura sala de cine (a diferencia de mí, que la vi en la iluminada sala de mi casa y en TV)  fue una perfecta continuación de la historia que empezó con la película anterior, ahora llamada Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza.   De hecho, es mi humilde opinión que ésta, tiene una trama más interesante y profunda que la primera, aunque las considero a ambas igualmente buenas.  El episodio concluyó con una revelación increíble y la promesa de una poderosa resolución en la próxima parte.

Y entonces George Lucas dio un tropezón.  El Retorno del Jedi es una buena y divertida película de fantasía y aventura, si se la juzga individualmente de las otras dos, pero comparada con ellas, digamos que es la más floja de la Trilogía Original.  No voy a hablar de las varias debilidades y fallas del Episodio VI aquí, excepto para decir que, al contrario de la opinión popular, los Ewoks son el menor de sus problemas.  Al final de éste ensayo, prometo escribir un epílogo comentando mis opiniones acerca de éste episodio.

Luego de El Retorno del Jedi, Lucas comenzó a decir que sus planes de completar la saga con la Trilogía de precuelas y la Trilogía de secuelas estaban parados indefinidamente.  El hombre detrás de la historia explicó que estaba abrumado de Star Wars y que quería concentrarse en otras cosas por un tiempo.

Eventualmente, yo me sentí igual.  El Retorno del Jedi se estrenó en 1983, yo tenía 3 años… a partir de los 5 hasta más o menos los 13 o 14 años volé con la pandilla en el Halcón Milenario y soñé con ser un Jedi.  Pero luego llegué a esa etapa en la que empiezas a sentir que ya no eres un niño… y otras cosas de la vida despiertan tu interés.  Para entonces Star Wars se veía más como una parte de mi niñez que era hora de dejar atrás.  Durante mi adolescencia, la Trilogía empezó a desaparecer entre cosas como los videojuegos, la música y los libros… era divertido citar frases de la película y verlas en VHS de vez en cuando, pero La Saga ya no era algo por lo que emocionarse… yo era un adulto ahora y la magia de Star Wars se había ido… ¿O no?

En algún momento a mediados de los años ’90, las cosas comenzaron a cambiar.  Poco a poco Lucas empezó a soltar bocados de información y a hacer ruido respecto a su regreso a Star Wars.  Así fue como, de pronto, empezaron las entrevistas en las que empezó a decir que pretendía regresar a la historia y hacer la trilogía de episodios I, II y III, que, según sus palabras, trataría acerca de los años mozos de Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi.

¡Pero aún no! Lucas insistía que la tecnología de efectos especiales no era aún lo suficientemente sofisticada para producirlas de la manera en que las había concebido y que prefería esperar unos años para darle chance de que mejorara.  Su predicción era que la primera de ellas saldría cerca del final del siglo.

¡Pues vaya manera de emocionarnos! Pero unos cuantos años más pasaron y sucedió, tal como Lucas lo había predicho, que la tecnología de imágenes generadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés) dio un salto extraordinario.  En 1993, luego de ver los realistas dinosaurios que su amigo Steven Spielberg había creado en Jurassic Park, George emitió una declaración que sacudió la tierra: Era el momento. La tecnología ya había alcanzado a la magnitud de su visión para las nuevas películas de Star Wars y ya podría volver a trabajar.

Lo admito, me emocionó muchísimo la idea de finalmente poder ver las precuelas.  Incluso me permití ser optimista y pensar que, a pesar de las fallas del Episodio VI, la falta de trabajo de Lucas como director y además, el ser ahora un adulto con gustos discriminatorios, el resultado final sería fantástico.

Mientras se aproximaba la fecha de estreno de La Amenaza Fantasma, los primeros temblores ominosos de descontento comenzaron a sentirse.  Espías de Internet y “gente de la industria” alegaban haber visto cortes preliminares de la cinta y comenzaron a correr el rumor de que la nueva película de Star Wars no era muy buena.  Las primeras reseñas y críticas utilizaban los mismos adjetivos una y otra vez: “Decepcionarte”, “banal”, “infantil”, “aburrida”, “sin alma…” Y entonces, una pequeña ola de preocupación me golpeó, al pensar que podrían tener razón.  Pero yo estaba determinado a formarme mi propia opinión.  Los críticos y los “expertos” nunca han podido entender éstas películas de todas formas.  En mi opinión, si tienes que preguntar por qué a la gente le gusta Star Wars, nunca lo sabrás.

Permítanme reiterar una simple verdad que servirá como pilar central de todo el argumento que estoy a punto de construir: Todas las películas de Star Wars son algo tontas.  Son cursis, tienen malas actuaciones y muchas veces, diálogos cuestionables. Y, sin embargo, con la posible excepción del Episodio VI, son perfectas.  Esa cualidad mágica que hace a la Saga de Star Wars tan buena y memorable está escondida bajo la superficie, señalando un melodrama intergaláctico bajo los bonitos efectos especiales. Son sus influencias mitológicas, la celebración de la amistad y el honor y su descripción del bien y el mal tanto en la guerra civil intergaláctica que viven sus personajes, como en la dualidad interna que todos tenemos lo que le da a las películas su alma y corazón.  Son esos temas los que hacen que la audiencia respondiera como lo hizo y lo ha hecho.  Esas capas de significado, no las naves y las explosiones, son la razón real por las cuales estas películas tontas y cursis conforman la saga más exitosa de la historia del cine.

El público promedio que va al cine nunca ha estado consciente de nada de eso, o no les ha importado… todo lo que saben es que o les gustaron o no les gustaron las películas de Star Wars.  Y no hay nada de malo en ello.  Son los acérrimos fans los que logramos apreciar completamente la profundidad y significado que la Saga ofrece.  A pesar de lo que digan los no-fanáticos, siempre lo hemos entendido.

O al menos lo hicimos hasta que llegó La Amenaza Fantasma. 

Cuando los no-fanáticos odian la película, no tengo nada que decirles, está bien.  De hecho, diría que era de esperarse que la odiaran.  Pero lo que no puedo entender es como es posible que un fanático de Star Wars pueda odiar La Amenaza Fantasma.


La próxima semana se publicará el Episodio II de éste ensayo, en la que se hará un análisis superficial de los temas y elementos que conforman La Amenaza Fantasma...

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